martes, 23 de diciembre de 2008

Jérôme Minière


Jérôme Minière nació en Francia, en Orleans concretamente, si bien ha pasado los últimos años en Montreal, donde ha desarrollado gran parte de su carrera musical. A parte de la música Jérôme también es un experto en cine. Estudió en Bruselas, en el INSAS (Instituto Nacional Superior de Artes del Espectáculo), que además de las artes audiovisuales también se ocupa del teatro. Paralelamente a sus estudios de cine Jérôme escribía textos para sus canciones, que luego interpretaba junto a un grupo de compañeros.

Su primer álbum apareció en Francia en 1996, cuando Minière tenía 25 años. Lo publicó el sello Lithium, y se titula Monde pour n'importe qui (Mundo para cualquiera). El disco fue muy bien acogido lo que le impulsó a realizar una gira por algunos paises europeos e incluso se atrevió a cruzar el charco y actuar en Quebec. Y le debieron tratar bien porque, como decíamos antes, a los pocos años se instaló definitivamente allí.

En 1998 se publica su segundo álbum, que por ser el segundo también es doble. El primer disco consta de 13 temas llenos de letras sombrías, de demonios, de venganza, sexualidad, hipocresía..., el segundo también consta de 13 temas, pero sin letra, todos son instrumentales. Jérôme Minière se confirma en su gusto por la exploración electrónica y la creación de atmosferas. El álbum se titula La nuit éclaire le jour qui suit (La noche ilumina al día que sigue). Un disco lleno de sombras y angustias que contrastan con esa imagen de tímido y risueño que proyecta su autor, quien en relación a este trabajo dice: "Todas mis angustias las paso a mi cuerpo. Por eso hago música, para salir de mi cuerpo. Nunca he hecho música por el simple hecho de hacerla, como si fuera un trabajo: siempre la he hecho por necesidad, para esconderme". Aprovechando la presentación del disco Jérôme y sus músicos actúan en varios festivales: Transmusicales de Rennes, Francofolies de Montreal, Printemps de Bourges, así como en numerosas ciudades europeas y de Quebec, donde definitivamente se instala.

En Montreal Jérôme Minière participa en varios proyectos relacionados con el mundo del arte y de la danza. También compone la banda sonora de una película, "Du pic au coeur", dirigida por Céline Baril, y en la que canta, junto a la actriz Karine Vanasse, el tema principal de la película "Histoire d'espions" (Historia de espías).

En 2001 aparece un álbum totalmente electrónico y que forma parte de un proyecto que luego desarrollará en otros discos posteriores. El álbum se titula Jérôme Minière presente Herri Kopter, y a parte de servirle para presentar a este personaje le sirve para hacerse con el premio Felix al mejor álbum de música electrónica que concede la Asociación de la industria discografica de Quebec (ADISQ). Con el siguiente disco también consigue otro premio Felix al mejor Autor-compositor. El disco se titula Petit Cosmonaute (Pequeño Cosmonauta) y consta de 14 canciones elegantes, con letras impresionistas y música mezcla de swing acústico y electrónica. Con la aparente simplicidad de un pequeño cosmonauta que comtempla un pequeño planeta Jérôme analiza la complejidad de nuestra existencia. Aprovechando el tirón del disco en 2003 emprende gira por Europa: Francia, Suiza, Bélgica, Alemania... Al mismo tiempo participa en un espectáculo de cuentos junto al quebequés Michel Faubert.

En 2004 vuelve al personaje de Herri Kopter y lanza un nuevo disco Chez Herri Kopter (En casa de Herri Kopter), en el que está incluida la canción que podéis escuchar en el siguiente video, "Complainte d'un produit de l'imagination" (Canción triste de un producto de la imaginación).



Chez Herri Kopter es una especie de utopía negativa sobre un mundo dominado por el consumo desaforado, el marketing y el capitalismo salvaje, un viaje en 13 etapas por el mundo maravilloso de la venta. Un álbum con cierto aire melancólico, a veces próximo a las atmósferas musicales de Brian Eno. Para este proyecto Jérôme Minière ha contado con Pierre Thibeault, Myléna Bergeron o Lhasa, entre otros. Su actuación presentando este proyecto en vivo, en el Gran Teatro de Quebec, fue recogida en un CD-DVD, titulado Jérôme Minière au Grand Théâtre, que también le valieron el Prix Miroir y alguna otra nominación de la ADISQ.

En 2007 aparece, por fin, un nuevo disco de canciones sin artificios, con instrumentos clásicos y textos concisos, se titula Coeurs (Corazones). Un disco elaborado con meticulosidad y cuya música ha sido calificada por algunos como "folktrónica". Para ilustrarlo visualmente Jérôme pidió a sus seguidores que le mandaran video-clips sobre las canciones del álbum. A continuación os mostramos parte del resultado. La primera canción se titula "Étincelles" (Destellos).




La siguiente se titula "Trains" (Trenes) y es la canción que hemos elegido para traducir a continuación.





Hay, al menos, otros dos vídeos amateurs, no disponibles en YouTube, que no debéis perderos: "Étoiles" (Estrellas) y "Disque dur miniature" (Disco duro miniatura).

Para más información, pincha aquí.

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Jérôme Minière – « Trains »
Extrait de l’album
Cœurs (2007)

Les trains deviennent ennuyeux à la longue
Cela ne ressemble plus au premier voyage

Enfin bon la nuit parvient encore
À nous faire croire un tas de choses
Un tas de choses

Revenu d’à peu près toute croyance
L’existence, un désert immense

Enfin bon la nuit parvient encore
À nous faire croire un tas de choses
Un tas de choses

Avoir été cynique n’a pas suffit
Il faut se rendre à l’évidence

C’est un bonheur de croire un tas de choses
comme un enfant, un débutant
Un tas de choses

Les trains deviennent ennuyeux à la longue
Cela ne ressemble plus au premier voyage
Mais il faut bien se rendre à l’évidence

C’est un bonheur de croire à tant de choses (x 4)

Jérôme Minière – « Trenes »
Extraído del álbum Cœurs (2007)

A la larga los trenes se hacen aburridos
Aquello ya no se parece al primer viaje

Bueno al final la noche consigue otra vez
hacernos creer en un montón de cosas
un montón de cosas

De vuelta de, más o menos, toda creencia
La existencia, un desierto inmenso

Bueno al final la noche consigue otra vez
hacernos creer en un montón de cosas
un montón de cosas

Haber sido cínico no fue suficiente
Hay que rendirse a la evidencia

Es una suerte creer en un montón de cosas
como un niño, un principiante,
un montón de cosas

A la larga los trenes se hacen aburridos
aquello ya no se parece al primer viaje
pero hay que rendirse a la evidencia

Es una suerte creer en tantas cosas (x 4)


1 comentario:

Anónimo dijo...

Es uno de mis artistas franceses favoritos... Desgraciadamente, bastante desconocido por las masas en su país... No me extraña que se fuera a canadá... Saludos, hace ya mucho tiempo que te tengo enlazado en los links de mi blog!