sábado, 28 de noviembre de 2009

Carmen María Vega

Carmen María Vega nació en 1984, en Guatemala, de donde son sus padres, pero lleva viviendo en Lyon desde los 9 meses, allí tiene su familia, sus amigos, sus amores y sus gatos. Lo de la música viene sobre todo de sus tíos porque, según parece, sus padres no son muy aficionados, tan sólo escuchaban un poco de Pink Floyd, Maxime Le Forestier y algo de música barroca. Dice Carmen que en su casa nunca encontró un CD que le gustara especialmente. Su verdadera influencia musical proviene de los hermanos de su madre, uno era un gran entendido en jazz, formaba parte de una big band y ella iba a verle tocar, siendo niña, al Hot Club, uno de los míticos clubs de Lyon. Fue él quien le dio a conocer a Ella Fitzgerald, Billie Holiday o Nina Simone. Su otro tío poseía una rica y variada discoteca que ponía a su disposición, gracias a ella descubrió a Bobby Lapointe, Dave Brucbeck o Jacques Brel.

A los 7 años su madre la inscribió en clases de teatro, algo que le ha venido muy bien, dado que en sus directos no sólo canta, sino que sobre todo actúa o interpreta los personajes protagonistas de las canciones. Siendo adolescente, con 15 años, Carmen María empieza a frecuentar los locales de conciertos, sobre todo de reggae y ska. Poco después se matricula en el Conservatorio de Lyon donde estudia músicas actuales junto a Max Lavegie, alguien fundamental para Carmen, dado que Max es el compositor de todas las canciones que interpreta. Max Lavegie ha sido ingeniero de sonido en Gran Bretaña y empezó a actuar junto a Carmen en clubs y pequeños locales a partir de un repertorio de jazz. Posteriormente se sumaron otros músicos y el dúo se convirtió en otra cosa. Y es que Carmen María Vega es el nombre de una cantante y actriz pero también lo es de un grupo, conocido desde sus inicios como “los Carmen” y del que forman parte, además de Carmen y Max Lavegie, que toca la guitarra y ha producido el primer disco, junto al equipo de Thomas Dutronc, Alain Arnaudet, que toca el contrabajo y Toma Milteau a la batería. Juntos llevan más de cuatro años y más de 200 conciertos a sus espaldas, han recibido premios en festivales como el Chantier de los Francofolies, el Fair, el Printemps de Bourges o el Chorus des Hauts-de Seine y han sido teloneros de Bénabar, Thomas Dutronc o La Grande Sophie.

Las canciones de Carmen María Vega, o de Max Lavegie, tienen un poquito de chanson, jazz, rock, punk y swing manouche. En cuanto a los textos, hablan de personajes mentirosos, alcohólicos, o aficionados a los antidepresivos, pero tratados con mucho sentido del humor, mucha ironía y mucha acidez. Quizás estas son las razones que han hecho a muchos críticos relacionar las canciones de Carmen María Vega con las de Boris Vian. Precisamente este año, Carmen María Vega ha participado en un disco homenaje que se ha publicado en junio de 2009 para conmemorar el cincuentenario de la muerte de Boris Vian. En el Carmen interpreta, junto a Merlot, una canción del genial escritor y músico que se titula “Bourrée de complexes” (Borracha de complejos). El álbum se llama como una canción de Boris Vian, On n’ est pas là pour se faire engueuler! (¡No estamos aquí para que nos insulten!)y en él intervienen destacadas voces de la música francesa de todos los tiempos como: Michel Delpech, Thomas Fersen, Katerine, Lio, JP Nataf, Jeanne Moreau, Barbara Carlotti, Holden, Juliette Grecó, Jane Birkin e incluso la Primera Dama de la República Francesa, Carla Bruni.

Discográficamente hablando Carmen María Vega y su grupo empezaron vendiendo algunos maxis a la salida de sus conciertos y este año, al fin, han conseguido publicar su primer álbum, que también lleva el nombre de ella y que ha salido a la venta el día 12 de octubre. La canción que podéis escuchar en el siguiente video es su primer single, se titula "La menteuse" (La mentirosa).






Seleccionada para el Prix Constantin 2010. El viernes 12 de noviembre un jurado presidido por Marc Lavoine dará a conocer el nombre del ganador.

Para más información, pincha aquí.

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Carmen María Vega – « La menteuse »
De l’album
Carmen María Vega (2009)

Eh bien, moi, je mens passionnément,
À mes amis, à mes parents,
Au marchand, à Monsieur l'agent,
Je mens tellement, c'en est gênant.

Je fais croire que j'ai connu Brad Pitt,
D'ailleurs il n’a pas une si grosse.......
Enfin, j'aurais su, je n'aurais pas venu
En plus il n’est pas si beau tout nu.

À mes amis rien que je mens,
À mes amants, j'ai tout appris.
« Finalement », me disait Johnny,
que je t'aime, « toi tu as du talent ! »
« Ah moi ! Ah bon ! Oh merci ! »

Et bien, moi, je mens depuis je ne sais plus quand,
Je me suis dit qu'il vaut mieux faire semblant,
Plutôt que de passer pour une cruche,
Je fais croire
que suis l'autre fille de Mitterrand.

Et pour alimenter le mythe,
C'est moi qui ai largué Johnny Deep :
« Eh bien il s'en remettra va il est grand! »
Il était mielleux et il était chiant. »

À mes amis rien que je mens,
à mes amants j'ai tout appris.
Et même si ce n'est pas très joli,
je ne vois pas comment faire autrement.

Bien sûr tout compte fait, ce n’est pas facile,
De ne pas perdre le fil.
Des fois je voudrais fuir, partir de là....
Être seule sur une île.

Eh bien moi je mens mais pas à toi,
Parce qu'à toi je veux parler de moi.
J'espère que tu ne feras pas comme les autres,
Qui rient et qui me montrent du doigt.

Bah quoi,
Je mens même si ça vous plaît pas,
À vous qui faites comme si vous saviez rien.
Au moins là c'est donnant-donnant :
je ne suis pas toute seule à faire semblant.

À vous mes amis rien que je mens,
à mes amants j'ai tout appris.
Et même si c'est une vraie folie,
c'est promis, c'est plus fort que moi.

Bien sûr que je le sais, je ne suis pas débile,
Mais pour le moins fragile.
Et si ça se pouvait
je voudrais ne pas finir à l'asile !

Ben moi je ne mens plus depuis ce matin,
Depuis que j'ai fait du chemin.
Je me suis dit que c'était vraiment nul
Et surtout que ça rimait à rien.

Je n’ai plus qu'à appeler tous mes potes,
Histoire de faire remonter ma côte.
Et on rigolera comme avant,
Avant que je leur fasse perdre leur temps.

A vous mes amis rien que je mens,
à mes amants j'ai tout appris.
Finalement c'est comme ça, c'est ma vie,
Je ne vois pas comment faire autrement.

Carmen María Vega – “La mentirosa”
Del álbum Carmen María Vega (2009)

Miento apasionadamente
a mis amigos, a mis padres,
al tendero, al señor policía.
Miento tanto que resulta molesto.

Hago que crean que conocí a Brad Pitt,
De hecho tan gorda no tiene la...
Bueno, de haberlo sabido, no hubiese venido,
y, encima, desnudo no es tan guapo.

Sólo les miento a mis amigos,
a mis amantes se lo he dicho todo.
“En fin”, me decía Johny,
te quiero tanto... “¡Tienes talento!”
“¿Quién yo? ¿De veras? ¡Gracias!”

Miento desde hace no sé cuándo
Me dije a mí misma que valía más fingir
que pasar por una zoqueta.
Hago que crean
que soy la otra hija de Mitterrand.

Y para alimentar el mito
Fui yo la que plantó a Johny Deep:
“Ya se repondrá. ¡Ya es mayorcito!”
Era meloso e insoportable.

Sólo les miento a mis amigos,
a mis amantes se lo he dicho todo.
Y es cierto que no es muy bonito
pero no sé cómo actuar de otra manera.

Claro que, pensándolo bien, no es fácil
conservar el hilo.
A veces me gustaría escapar, irme de aquí...
Estar sola en una isla.

Yo miento pero no a ti
porque a ti quiero hablarte de mí.
Espero que no hagas como los demás,
que se ríen y me señalan con el dedo.

¿Qué pasa?
Miento incluso si no os gusta
a vosotros que hacéis como si no supierais nada
Al menos esto es un dar y tomar:
no soy la única que finge.

Sólo os miento a vosotros, amigos míos,
a mis amantes se lo he dicho todo.
Y es cierto que es una verdadera locura
pero, lo juro, es más fuerte que yo.

Claro que lo sé, no estoy loca
pero sí un poco frágil
y si fuera posible
¡no me gustaría acabar en el manicomio!

Bueno, no miento desde esta mañana
desde que le he dado vueltas al asunto.
Me he dicho a mí misma que no tenía sentido
y sobre todo que no rimaba con nada.

Sólo me queda llamar a mis colegas
para recuperar mi cota de popularidad
y nos reiremos como antes
antes de que les hiciera perder el tiempo.

Sólo os miento a vosotros, amigos míos,
a mis amantes se lo he dicho todo.
Finalmente así es mi vida,
no sé cómo actuar de otra manera.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Les Cowboys Fringants


Les Cowboys Fringants son un grupo canadiense, o mejor dicho, quebequés que practica una música folk con mezcla de rock y country. Es un grupo muy comprometido políticamente y con dos líneas claras de actuación: la independencia de Quebec y la defensa del medio ambiente.
Los orígenes de Les Cowboys Fringants se remontan a septiembre de 1994 cuando dos de sus miembros, Karl Tremblay y Jean-François Pauzé, se encuentran en los vestuarios del equipo de hockey en el que militan, Los Jets de Repentigny, pero como son muy tímidos tardan meses en hablar de sus aficiones. En enero de 1995, por fin, mantienen una charla en serio y se ponen al día de sus inquietudes musicales. El primero canta, el segundo toca la guitarra y ambos están deseando formar un grupo. Quedan en el sótano de la familia Pauzé y al poco tiempo ya tienen su primera canción, “Les Routes du Bonheur” (Los Caminos de la Felicidad), después seguirían componiendo hasta llegar a la veintena, si bien se quedan con las doce mejores para incorporar a lo que será su primer álbum, 12 Grandes Chansons, un disco autoproducido y que saldría en 1997. Pero antes Karl y Jean-François se habían encontrado con una violinista llamada Marie-Annick Lépine, que también toca otros cuantos instrumentos, y a la que intentan atraer hacia el grupo, ella en principio se resiste, dado que lo suyo es la música clásica y lo que hacen estos chicos son simples cancioncillas countries, sin embargo, termina mordiendo el anzuelo y además les presenta a su primo, Jérôme Dupras, un adolescente de 16 años, que toca el bajo y que añade un nuevo miembro a la formación, Dominique Lebeau, “Domlebo”, que toca la batería.

En el otoño de 1998 aparece su segundo álbum, Sur mon canapé (Sobre mi sofá), que también se autoproducen y autodistribuyen. Através del boca a oreja consiguen vender rápidamente mil copias y ser difundidos en las radios de estudiantes de Quebec. El grupo no termina de despegar hasta el año 2000 en que se publica su tercer álbum, Motel Capri y triunfan en los Francofolies de Montreal, aclamados por una marea humana que baila y canta sus canciones. Finalmente terminan consolidándose dos años más tarde con la aparición de Break Syndical, con el que, por fin, las radios comerciales se rinden y empiezan a pinchar sus canciones. Tras la publicación de este cuarto trabajo de Les Cowboys Fringants vendría una gira, recogida, posteriormente, en un CD-DVD, que les llevaría a Europa, donde cuentan con un buen número de seguidores, sobre todo gracias a internet y a un club de fans que se hacen llamar Les Cousins Fringants (Los Primos Fogosos).

En noviembre de 2004 se publica La Grand-Messe (La Misa Mayor), gracias al cual son reconocidos como el mejor grupo del año en la Gala de la ADISQ, la asociación que representa a la industria discográfica de Quebec. La canción que podéis escuchar en el siguiente video pertenece a este álbum, se titula “Plus rien”(Nada más)







Las canciones de Les Cowboys Fringants hablan de Quebec, su historia y sus tradiciones, pero también se ocupan del medio ambiente, la pobreza, los problemas personales y familiares, la nostalgia de la infancia, el cinismo de los políticos y la apatía general, aunque todo ello con una buena dosis de ironía y mucho sentido del humor. En 2006 crean una fundación que lleva su nombre Cowboys Fringants y cuya principal finalidad es la protección del medio ambiente y el patrimonio natural de Quebec.

En septiembre de 2008 publican L’Expédition (La Expedición), tras cuatro años sin sacar ningún disco en estudio, dedicados a la fundación y a sus giras, Les Cowboys Fringants vuelven a la carga más fogosos que nunca, porque a los pocos meses aparece un nuevo álbum, Sur un air de déjà vu, (Sobre un aire de ya visto), un disco que se podía escuchar y comprar a través de internet al mes siguiente de que saliera a la venta L’Expédition y pocos meses más tarde ya estaba en las tiendas, acompañando a éste. La canción que podéis escuchar en el siguiente video y que traducimos a continuación forma parte de L’Expédition y se titula “Entre deux taxis” (Entre dos taxis).






Para más información, pincha aquí.

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Les Cowboys Fringants:
“Entre deux taxis”
De l’album L’Expédition (2008)

Ils se sont embrassés tard dans la nuit
Sur la banquette d'un taxi
Dehors un lampadaire s'est rallumé
Ils ont fait vœu d'éternité
Sur le toit de la voiture le néon lumineux
Semblait n' briller que pour eux
Comme une petite auréole dans le noir
Le taxi filait vers la gloire

"Oh, qu'il est triste
Le sort des amoureux!"
Se disait le vieux chauffeur amusé
Car on commence toujours à se dire adieu
Dès notre premier baiser

Ensemble, ils ont pris un appartement
Où ils vécurent au gré du temps
Une vie avec des lunettes roses
Exempte de journées moroses
Mais le poids du quotidien,
Ce p'tit diable malin,
Vient s'installer un beau matin
Les cœurs qui furent si légers hier
Retombent les deux pieds sur terre

"Oh, qu'il est triste
Le sort des amoureux !"
Qu'on se dit au bout de quelques années
Car on commence toujours à se dire adieu
Dès notre premier baiser

Les amants d'hier sont dev'nus amis
Plus de chaleur dans le logis
Les rêves qu'ils avaient jadis en duo
S'endorment maint'nant dos à dos
Par la fenêtre,
Elle regarde celui qu'elle a aimé
La quitter pour l'éternité
En emportant tout un pan de sa vie
Dans un anonyme taxi

{x2:}

"Oh, qu'il est triste
Le sort des amoureux !"
Qu'on se dit lorsque tout est terminé
Car on commence toujours à se dire adieu
Dès notre premier baiser





Les Cowboys Fringants :
“Entre dos taxis”
Del álbum L’Expédition (2008)

Se besaron tarde en la noche
sobre el asiento de un taxi.
Fuera, una farola volvió a encenderse.
Hicieron voto de eternidad.
Sobre el techo del coche, el neón luminoso
parecía lucir sólo para ellos dos.
Como una pequeña aureola en la oscuridad
el taxi corría hacia la gloria.

“¡Qué triste es
el destino de los enamorados!”
pensaba el viejo conductor distraído
porque siempre empezamos a despedirnos
desde nuestro primer beso.

Juntos, ocuparon un piso
donde vivieron a merced del tiempo
Una vida con gafas rosas
exenta de días sombríos
pero el peso de lo cotidiano,
ese astuto diablillo,
viene a instalarse una buena mañana:
los corazones que fueron tan alegres ayer
vuelven a posar sus pies en la tierra

“¡Oh, qué triste es
el destino de los enamorados!”
nos decimos al cabo de algunos años
porque siempre empezamos a despedirnos
desde nuestro primer beso.

Los amantes de ayer se volvieron amigos
ya no hay calor en el hogar
Los sueños que antaño tenían a dúo
se duermen ahora espalda contra espalda
Por la ventana,
ella mira cómo aquél que la quiso
la deja por la eternidad
llevando con él un gran trozo de su vida
en un taxi anónimo

{x2:}

“¡Oh, qué triste es
el destino de los enamorados!”
nos decimos cuando todo se acabó
porque siempre empezamos a despedirnos
desde nuestro primer beso.